El dibujo de la pared refugiaba su pánico para observar
al otro lado del doblez de la esquina. El relleno de las letras atrapaba sus
sentidos hasta dejarlos inertes en el cerrazón de aquella turbia noche que se
fundía con su nebulosa mental.
El jinete indómito
Siempre he seguido mi propio arbitrio sin atender a mucho más. Aderezando al gusto como un buen chef.
jueves, 10 de enero de 2019
lunes, 20 de agosto de 2018
Tridente III
FAMILIA
Todo aquello por lo que estás aquí y ahora.
PERROS
Seres
bondadosos que viven, harán y darán todo por nosotros aunque haya hijos de puta
que prefieran maltratarles, colgarles de árboles y tirarles a fosas.
GATOS
Igual que
sus compañeros los gatos solo que van a/o con su bola.
Libres
El sentimiento de culpa
le provocó la muerte, una matanza sin precedentes en su avanzada vida. Años
siendo su única compañía, su verdad, su silencio y su algarabía. Y por última
vez erró. Lo sabía. Fue él. ¿Quién sino? No había más responsables. Aunque eso
ya era lo de menos. No hubo tiempo para despedidas. No por gusto. Su corazón
cesó. La nebulosa mental se aclaró al sentir claridad. La luz le transmitía
paz. Calma. Estaba mejor que nunca. Sin dolores. Flotaba. Los oía. Eran ellos. Los
veía.
martes, 24 de julio de 2018
Sabor a regaliz
El
relieve grisáceo en forma de gotas seguía igual que ayer en la pared de la
habitación. Rosa hoy tampoco había venido, y ya eran demasiados días. Los dedos,
curtidos por una vida de lucha, de la mano izquierda de Jesús eran apretados
por el pulgar y el índice de la mano derecha. A pesar de ello, no lograba detallar
cuantos días eran. Pero hoy tenía muchas esperanzas, por la mañana le había
sonreído risueña Celia, la enfermera, había comido un caramelo de regaliz, sus favoritos,
y la luz del atardecer seguía briosa en el océano de sus ojos. Quedaba tiempo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)