Complicado esto de hablar de uno
mismo… podría poner cantidad de (…) y mientras escribo y no, pararme a pensar,
a meditar, a darle caña al Ctrl+Z y así tardar horas o días en plasmar algo
medianamente coherente acerca de mí, pero he decidido reflejar lo que pasa por
mi mente en unos minutos según van llegando las ideas.
Vamos, que a capón.
Nací en un lugar que siempre consideré pequeño a la par que increíble. Mi lugar. El lugar. Aunque allí, eso sí, fui enormemente feliz. Tierra de tradiciones, campos y vinos, sobre todo vinos, en la que incomprensiblemente me enamoré de la cerveza desde que alcancé la mayoría de edad, o quizás antes pero esto no lo sabe nadie. O sí.
Disfrute de
mi infancia con pasión, con la suerte de tener unos padres que me dejaban caer
para que aprendiera a levantarme yo solo, como un jinete dejándose llevar por su caballo contra el viento y de un hermano pequeño (pero solo de edad) que me acompañaba en mil y una batallas. Eran
otros tiempos, los parques eran de tierra, las chapas, las peonzas, las canicas
y un balón desgastado —en mi caso de baloncesto—, nuestros juguetes y, siempre,
nuestros amigos. Alguno incluso tenía la suerte de tener una BH California, ese
clásico de los 80 que a algunos nos dejó marcadas las rodillas para siempre. Aunque a mi hermano algo más que las rodillas.
Estudié para
ser profesor, —aún no sé por qué—, pero las orientaciones en el instituto no
eran las más adecuadas, aunque se «comenta» que ahora no son mucho mejores.
Trabajé muchos años para otros hasta que comencé a trabajar para mí y luego
otra vez para otros. Aproveché temporadas de excedencias, unas firmadas y otras
mentales, para vivir en el extranjero y varios lugares diferentes del país y
comprobar que cada uno de nosotros puede conseguir todo aquello que se proponga.
Y aunque suene a tópico, es cierto. Lo que suele ocurrir es que no hay tiempo
en esta vida de prisas y presiones para que uno se pare a pensar qué es lo que
realmente quiere llegar a conseguir, para ser indómito. A mí también me pasó. ¿Inmadurez? ¿Confort? ¿Miedos? Quiero pensar que
sobre todo ocurre por falta de tiempo para clarificar y clasificar ideas.
Y bueno sí,
escribo. Claro que escribo. Escribo y escribo desde hace años, muchos años. Mis
conocidos y amigos seguramente no estaban al corriente de ello, pero no os
preocupéis, mi familia tampoco. Y os preguntaréis porqué el cambio, ¿no? Pues
quizás por madurez, por haber pinchado la burbuja de mi estado de confort o por
haber sabido afrontar mis miedos. O simplemente porque ahora tengo eso, tiempo,
o mejor dicho, la certeza de saber que, en mi vida y en mi cabeza, lo verdaderamente
necesario es aprovechar ese tiempo con lo que disfruto y amo: mi familia, mis
amigos, mis perros, mis rutas por la montaña, la escritura y especialmente
mi pareja.
¿DE QUÉ VA
ESTA BITÁCORA?
Sencillo.
Básicamente el
blog consta de tres pestañas: Relatos, Vida
trémula y Diccionario del Jinete.
- La pestaña de Relatos. Iré subiendo cositas periódicas inéditas. Unas recientes y otras que lo fueron hace años. Algunas más largas y otras menos, pero siempre en narrativa. Inclusive, si el tiempo no nos da la espalda por las adversidades de la vida y queréis escribirme para que cree algún relato sobre algún tema en concreto siempre podremos aprender unos de otros e interactuar, ¿por qué no?
- La pestaña de Reflexiones. Nunca superarán las veinte palabras.
- La pestaña de Vida trémula. Quizás sea más complicada por ser crítica hacia todo eso que escuchamos en los medios de información, o desinformación como queráis llamarlos, pero seguramente también muy entretenida. Daré una vuelta de tuerca a las noticias que me vayan llamando más la atención para metaforizarlas en un pequeño relato.
- La pestaña del Diccionario del Jinete. Creo que será la más divertida. ¿Por qué? Será mejor que lo vayáis viendo vosotros mismos o mejor dicho leyendo.
¡Y por supuesto, podéis comentar, criticar y hacer cualquier
apunte que consideréis a este JINETE INDÓMITO DE LA LIBERTAD! ;-)