Todo me lo
pintaron peor de cómo era. En un principio estaba despavorido. Aterrado. Acojonado,
vaya. Hasta mi suegro me expuso que sería espinoso que me adaptara al nuevo escenario.
Aunque también apuntó que como finalmente a él nadie le preguntó nada, haría
todo lo que estuviera en su mano para que volviera cuanto antes a mi vida y que
además podría elegir si volvía a Ginebra a Washington o sinceramente donde me
saliera de los cojones. Bueno, esto no me lo comentó con estas palabras, o sí.
Bueno ya me entendéis, entre nosotros hablamos como en todas las familias, con
los protocolos justos y necesarios. Es muy campechano, un buen tío, joder. Lo
que pasa que vosotros no
le conocéis, pero menudas borracheras nos hemos
pillado juntos, noos
imagináis, porque soy su yerno favorito qué duda cabe, nos llevamos genial,
solo hay que ver cómo me busca en las fotos para pegarse a mis codos. De hecho
últimamente siempre me dice que me debe una, y bien gorda, aunque en este
aspecto no sé a qué se refiere, pero me da igual. Para mí sigue siendo un rey.
El caso es
que aquí no se está tan mal. Lo único que la televisión es antigua, es de esas
planas y finitas de 42” con mando a distancia, totalmente obsoleta, tienes que
andar ahí todo el día con el dichoso mando en la mano, echo de menos mi curvo
de 88” por voz. La cobertura no está mal, pero que no haya wifi en el siglo que
estamos, por Dios. Menos mal que sumando los 20gb de cada Smartphone que tengo tendré datos para todo el mes y me llegará de
sobra, o eso espero. Otra cosa que me jode es que el patio que tengo, es
ridículo, 300m2, por favor donde se ha visto eso y encima de cemento con lo mal
que va eso para los runners. Luego si
acabo con una fascitis plantar en enfermería yo no quiero saber nada, aviso. Y
el que avisa no es traidor.
Mi buen
amigo Roldán me ha dado muy buenos consejos y me ha dicho que no me preocupe
que Amazón llega a esta pedanía de Ávila sin problema, así que en ese aspecto
estoy tranquilo. Ya he encargado la cama completa y toda la decoración de la
habitación, que me parecía algo sombría.
Por lo demás
bien, puedo otear a mis compañeras desde la ventana como hacen ejercicios y
como pasean durante el recreo y aunque no pueda hablar con ellas, casi mejor,
porque total luego van diciendo que ellas no saben nada así que prefiero así.
Bueno pues a
lo que iba. Que estaros todos tranquilos que todo va bien. La verdad que no me
puedo quejar, además me han dicho que me dejarán salir algún finde de aquí a
unos meses así que aunque justito llegaré para darme unas vuelta en el Fortuna
por Mallorca, que me encanta. ¡Ah no, que le vendimos por el rollo de la imagen!
Bueno pues ya alquilaremos un velero, será por dinero.
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